La defensa de Gerónimo Helguera (30 años) denunció que la semana pasada el imputado fue atacado dentro de la Unidad 9 del penal de Villa Urquiza por otro detenido que portaba un cuchillo. Ante esta situación el abogado José Ferrari solicitó que se lo traslade a un lugar donde se garantice su seguridad y por ello, provisoriamente, se lo alojó en la Unidad 1. El profesional argumenta que en el penal no puede garantizar la seguridad de su defendido y que no se está cumpliendo con el tratamiento psiquiátrico que debe seguir Helguera.

Crimen en Yerba Buena

En octubre pasado Helguera fue detenido en una galería de Aconquija al 1.100, en Yerba Buena. Minutos antes había ingresado con una pistola, cerca de 40 municiones y dos cuchillos a las oficinas donde trabajaba Juan José Ledesma, a quien según la acusación pretendía matar. En el camino se cruzó con Mariela Márquez (36), quien también trabajaba en el edificio y a quien le disparó en la cabeza, ocasionándole la muerte. Alertados por el hecho, un portero y un mozo se trenzaron a golpes con Helguera y lo redujeron, impidiendo que pudiera continuar con su plan.

En la primera audiencia que enfrentó Helguera, por pedido de un médico forense, la jueza Isabel Méndez ordenó que fuera internado en el hospital psiquiátrico por dos meses hasta determinar su situación. En enero, cuando se presentaron los primeros informes de salud, la misma magistrada resolvió que fuera trasladado al penal y que se garantizara los elementos necesarios para que continúe con su tratamiento.

Tratamiento

Tras el episodio dentro del penal de Villa Urquiza, Ferrari solicitó una audiencia para garantizar que su defendido sea alojado en un lugar acorde para poder seguir adelante con su tratamiento psiquiátrico.

“Más allá del violento hecho que denunciamos, en primer lugar lo que reclamamos es que no se está cumpliendo con la resolución que dio la jueza Méndez. Se ordenó que Helguera continúe con su tratamiento, pero hasta aquí sólo se le suministran los fármacos, y se los dejan para que se los autosuministre cuando él no tiene conciencia de enfermedad. El tratamiento es mucho más complejo y se deben arbitrar los medios”, explicó Ferrari, quien asegura que no tienen garantías de que el Servicio Penitenciario le brinde seguridad y el tratamiento necesario. “Planteé primero esto ante las autoridades del penal y me reconocen que no cuenta con la infraestructura necesaria, no hay un pabellón psiquiátrico y en la Unidad 1 no puede permanecer. La última vez que acudió a la psicóloga del penal presentaba ideas delirantes”, añadió el defensor.

En consecuencia, Ferrari adelantó que en la audiencia que solicitó, y que se trataría el 13 de junio, pedirá que se le otorgue a su defendido la prisión domiciliaria con todos los recaudos necesarios hacia el proceso y las víctimas: aplicación de tobillera electrónica, control policial y botones antipánico.